domingo, 24 de agosto de 2008

La amistad y la tarta de manzana


Almond apple crumb pie
Originally uploaded by hfb
Hay cosas que no pueden darse por sentadas. Una, es la amistad entre dos mujeres, otra, la tarta de manzanas que les voy a pasar, con algunas de sus variantes. El asunto, en ambos casos, reside en lo de variantes. Una puede suponer que se sabe los momentos compartidos de memoria, que puede confiar en la amiga como en una misma, y que las cosas resultarán siempre igual... es aquí donde la costumbre -como siempre- nos traiciona: nadie es consciente hasta qué punto la costumbre se las puede dar de traicionera.

Me explico, por supuesto, con la metáfora de la tarta de manzana. Hay momentos en una amistad en los que creemos poder pasarnos por alto la receta, y con ella, las proporciones. A mí esta tarta me encanta porque gira alrededor de las proporciones, y no de las medidas exactas. Me recuerda, constantemente, que la cosa puede no ser rígida -mediante los ingredientes adecuados- siempre y cuando sea equilibrada.

¿Una amiga llama a la otra a las 3 de la mañana para contarle que "'él" llamó? Un poco exagerado, quizá, pero aceptable. ¿La misma amiga llama para lo mismo, a la misma hora, cuando acaba de haber un velorio? Desproporcionadísimo. Mal total. ¿Una no tiene suficiente harina y decide reducir el azúcar y la mantequilla en la masa? Aceptable. ¿La misma falta de harina y una corrección de más agua? El resultado será tan duro y seco como la voz de la amiga semi-dormida en el velorio, al otro lado de la línea.

El secreto para una amistad y para esta tarta es dejar las necesidades de una de lado, o al menos estar pendiente de las necesidades ajenas. Esta tarta de manzanas precisa cuidado, nada más. Que luego haya menos o más azúcar, o nueces en lugar de almendras, es secundario. El resultado será familiar y agradable. Nadie se toma el trabajo de preparar algo (compartir con alguien) para no disfrutarlo cada vez...

Tarta de manzanas variable:

Para 5 manzanas verdes o rojas:

Masa:
2 tzas. de harina
Una pizca de sal
2 cdas. de azúcar (cda. de azúcar por tza. de harina)
Medio paquete de mantequilla de 200 g (reducir/aumentar el tamaño del pan de mantequilla en 50 g cada dos manzanas)
Agua tibia lo necesario (la experiencia avisa)

Relleno:
5 manzanas peladas y cortadas en rodajas finas (lo mejor es cubrirlas en agua con sal para que no se oxiden hasta el momento de rellenar)
2/3 del otro medio paquete de mantequilla
3/4 de azúcar blanca mezclada con canela en polvo

Cubierta de granulado:
El resto de la mantequilla (1/3)
1 tza. de nueces o almendras picadas
1/4 tza. de harina
1/2 cda. de azúcar

Preparación:

Unir los secos de la masa con la mantequilla fría picada en trozos, obtener un granulado, añadir el agua necesaria para armar una bola de masa. Guardarla en el refrigerador hasta que las nueces hayan sido picadas y las manzanas idem. Estirar con rodillo y forrar una tartera enmantecada y enharinada. Colocar las manzanas cubriendo toda la base, espolvorear con el azúcar y canela, poner copos de mantequilla aquí y allá. Repetir el procedimiento hasta que se acaben los ingredientes del relleno. En un bol separado unir las nueces/almendras con la mantequilla, harina y azúcar hasta obtener un granulado. Espolvorear sobre la tarta. Hornear a 220 grados C por 30-40 min. o hasta que la cubierta esté tostada.

Llamar a la amiga para convidarla a una tarde de mates bajo el jacarandá y tarta de manzana. Preguntarle como está. Escucharla. La vida se reduce a combinar placeres sencillos como ésos.

domingo, 17 de agosto de 2008

¿Sabe Ud. cómo comer (este plato)?


No se trata solamente de, por ejemplo, saber comer picante. O agridulce. O ahumado. Se trata de, además, saber disfrutarlo. Cerrar los ojos y dejar que la boca toque fanfarria, permitir que los sabores se mezclen y respondan a lo que se debe esperar de ellos, quizá, incluso, derramar alguna lágrima.
Créanme, tengo experiencia en el asunto. También un par de momentos memorables, como con la receta de crema de zapallo que les paso en unos párrafos. Hay comidas que te golpean como un amor a primer lengüetazo, igualito, pero diferente, a cuando abrazas por primera vez al cachorrito que te vas a llevar a casa.
Igual, me parece que la pregunta debe permanecer en el aire. Así, quién sabe, podremos re-descubrir viejas pasiones o encontrar nuevas, en cada plato que se acometa. Qué me dice, ¿sabe Ud. disfrutar de lo que come?

Crema de zapallo a la Worcestershire
Para el caldo base:
1 trozo mediando de zapallo, sin cáscara y sin semilla
1 cebolla partida a la mitad
2 dientes de ajo aplastados
1 tallo de apio con hojas
1 ramito de cilantro
Agua con sal en cantidad suficiente
1 cubito maggi de verduras, opcional
Para la magia:
2 cdas. crema de leche
1 poco de maicena para espesar
2 cdas. de salsa Worcestershire ó salsa inglesa
Gotas de zumo de limón
Queso rallado para espolvorear

Hacer hervir todo el caldo base hasta cocinar bien las verduritas. Licuar con la crema y la maicena y volver a dar un hervor para que espese. Ajustar la sal, añadir la salsa y el limón al gusto, servir con el queso. Dis-fru-tar-la.
"barroco estáis"
"es que como bien..."
de las aventuras de Pepe Carvhalo